El patio de mi cole, es particular
Colegio El Madrigal. Fuenlabrada. Madrid 20219
“El impulso por controlar y procurar la seguridad infantil ha sido motivo de limitaciones en la convivencia social, al infundir inseguridad en los espacios educativos. Sin embargo, la importancia del riesgo en el desarrollo infantil es necesario para la vida infantil, pues el exceso de seguridad no debería de eliminar la posibilidad de experimentar y aprender” (Barnett, A. en Gill, 2007).
Comenzamos la descripción de esta intervención en el patio del colegio El Madrigal, haciendo alusión a esta reflexión que nos sitúa en el centro del debate de cómo debe diseñarse un patio para educación infantil de modo que sea seguro, pero sin impedir la posibilidad de experimentar y aprender.
Por otro lado, tal y como recalcan Carme Cols Clotet y Josep Fernández Quiles, “La articulación del espacio exterior de la escuela, ha de ser el resultado de un intercambio intenso entre la pedagogía, la arquitectura y el proyecto educativo que defendemos, creando y estructurando recorridos diversos que inviten a escoger, a provocar, a actuar, que inviten a pensar”
El patio del colegio el Madrigal, se diseña como un espacio heterogéneo y diverso, un espacio dinámico para ser recorrido con fuerte presencia de color pero a su vez seguro. Se consigue su naturalización a través de la introducción de zonas de césped y plantas en maceteros.
Cuenta con zonas de equipamiento diverso, otras para juego más libre, desniveles y rocódromo que posibilitan elecciones diversas para niños con gustos diferentes.
El diseño pretende huir del concepto de patio abierto y desnudo, para buscar un espacio rico dónde el niño pueda ocultarse y moverse de distintas formas, fomentando la imaginación y creatividad.
El patio escolar es la zona que todos recuerdan de la niñez; el espacio predilecto de juego en la escuela; posiblemente, el lugar donde se conoce al mejor amigo o donde se descubre algún talento.
