Decía la pedagoga María Montessori que “Una prueba de lo acertado de la intervención educativa es la felicidad del niño”.

El objetivo de este trabajo, se centra en la transformación de las aulas de jardín infancia y primer curso de educación infantil del colegio Las Colinas. 

La metodología pedagógica empleada por los docentes en estos niveles, es el método Montessori.   Esta metodología, se centra en el niño, protagonista de su propio aprendizaje. El maestro actúa como observador y guía, y es el responsable de la  adaptación del entorno de aprendizaje al nivel del desarrollo del niño. 

El aula se convierte así en un espacio dónde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre y con material didáctico especializado. 

Sin perder de vista la metodología, el diseño debía resolver además otras cuestiones funcionales del espacio tales como la deficiente iluminación o el insuficiente aislamiento acústico. 

La solución de las aulas consigue dividir el espacio en rincones con mobiliario adecuado que posibilita la interacción y autonomía del niño respecto de los materiales de trabajo, y la observación sin obstáculos por parte del maestro. 

Se combinan espacios abiertos y despejados con los rincones orientados a trabajo grupal. Estos rincones promueven la socialización entre los niño a la vez que se adaptan a su desarrollo individual. Prevalecen los colores suaves y hay abundancia de luz ya que se busca que la estimulación venga dada por los materiales didácticos y no por otros elementos del espacio 

El único color que se ha introducido en el diseño es el verde ( en los elementos fonoabsorbentes del techo), que ayuda a “naturalizar “ y “humanizar” el espacio haciéndolo más amable y confortable.