AULA DEL FUTURO PRESENTE
Colegio Caude 2024
Las aulas del futuro son ya las aulas del presente.
El proyecto consiste en la adecuación de un aula para la creación de un Aula del futuro para discentes de Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato.
El diseño es una herramienta que puede cambiar la forma en que entendemos el complejo sistema educativo actual. El entorno físico de los espacios educativos influye notablemente en el estado emocional y el comportamiento de todos los miembros de la comunidad educativa.
La dimensión tecnológica está presente en los espacios educativos con el uso de las TIC en la docencia ya que vivimos en una época en la que la información produce un gran número de interacciones sociales. Es por ello, que las TIC son relacionadas con el ámbito de la planificación y formación educativa, refiriéndonos también al ámbito organizacional y de trabajo. Además vivimos en una sociedad que está en un cambio constante, y este cambio viene dado por la convergencia de tres áreas tecnológicas como son la informática, la telecomunicación y el procesamiento de datos.
El modelo de Aula del futuro admite en su implementación múltiples estrategias. Es por esto que un espacio de este tipo debe ser siempre un espacio versátil y polivalente para posibilitar su adaptación a cada dinámica, proyecto o método.
La estrategia espacial del nuevo espacio se articulará alrededor de una serie de objetivos que perseguirán mejorar la dimensión física de los espacios del centro:
- a) Espacio que fomente la interacción de unos discentes con otros
- b) Espacio que permita diferentes acciones educativas relacionadas con el currículo educativo de las diferentes materias (tecnología, dibujo, TIC´s, robótica,…)
- c) Un lugar abierto a todo tipo de expresión
- d) Un lugar único y acogedor
- e) Un lugar con personalidad
Se propone deshacer y reventar las sólidas y cuadráticas estructuras de un aula en una suerte de piñata o macedonia que inunda el espacio reclamando visibilidad y señalética, haciendo a la vez de evento y reclamo para las distintas materias y situaciones estacionales duranteel año. De esta manera, la “clase” no es tal cosa -o por lo menos no como ente individual y cerrado- sino que más bien es una agrupación de elementos aislados que en conjunto conforman lo necesario para una actividad educativa pero que, por separado, se encargan de dar soporte a pequeñas situaciones allí donde sean necesarias, gracias a su condición de ligereza, movilidad y resistencia propias de los espacios deportivos y teatros subalternos.
Con esta serie de operaciones lo que se consigue en último término es simple: desmantelar este módulo del colegio en un campo de posibilidades, en un playground escénico y variable, donde, como en el teatro o en una pista polideportiva, perseguimos la estética de la multiplicidad y el disciente entra de lleno y es parte indispensable de la maquinaria educativa.
Un espacio educativo innovador debe potenciar el encuentro casual entre discentes con el propósito de facilitar la interacción, el intercambio de información, la generación de ideas, y la adquisición de competencias. Se promueven los entornos colaborativos, dando forma a un espacio nodal, con diversos espacios de relación y para el desarrollo de ideas. Zonas comunes que permiten reuniones improvisadas, pequeños anfiteatros abiertos donde compartir proyectos, espacios para reuniones de pequeños grupos… el nuevo espacio educativo debe permitir diversas configuraciones y adaptarse a una amplia flexibilidad de momentos. En ese contexto, los espacios abiertos y los materiales transparentes contribuyen a recrear un espacio de trabajo que invita a la interacción.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad
Victor Hugo