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Diseño biofílico en colegios – Conectando con la naturaleza

Imagina un aula donde los niños no solo aprenden de libros, sino también de las plantas, la luz natural y los sonidos del exterior. ¿Suena bien, verdad? El diseño biofílico en los colegios es una tendencia cada vez más popular que busca integrar elementos naturales en los espacios educativos para mejorar el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes.

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En EmotionLAB, entendemos que el entorno tiene un impacto profundo en la educación, y por eso apostamos por espacios que conecten con la naturaleza, favoreciendo el desarrollo emocional y cognitivo de los niños.

En este artículo exploramos qué es el diseño biofílico, cómo beneficia a los estudiantes y cómo podemos integrarlo en los colegios para transformar el aula en un espacio más saludable y estimulante.

¿Qué es el diseño biofílico?

El diseño biofílico se basa en la idea de que los seres humanos tienen una conexión innata con la naturaleza. Este concepto se refiere a la integración de elementos naturales en los espacios construidos, como plantas, agua, luz natural, materiales orgánicos y vistas al exterior.

En los colegios, esto significa crear aulas, pasillos y zonas comunes que no solo sean funcionales, sino que también promuevan una atmósfera relajante y estimulante. El objetivo es que los estudiantes se sientan más conectados con el entorno natural, lo que favorece su bienestar y su capacidad de concentración.

En EmotionLAB, creemos que un espacio bien diseñado, que combine la estética con la naturaleza, puede tener un impacto muy positivo en el rendimiento académico y emocional de los niños.

Incorporar elementos biofílicos como paredes verdes, luz natural y materiales naturales no solo hace que el espacio educativo natural sea más atractivo, sino que también mejora la calidad del aire y reduce el estrés. Es una forma de llevar el exterior al interior, creando un aula que respire frescura, vida y armonía.

Beneficios del diseño biofílico en la enseñanza

1. Mejora del bienestar emocional

Estudios han demostrado que estar en contacto con la naturaleza tiene efectos positivos en nuestra salud mental. En un entorno educativo, el diseño biofílico ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, creando un lugar donde los estudiantes se sienten más relajados y en paz.

La presencia de plantas, el sonido de agua o una vista natural, aunque sea a través de una ventana, pueden disminuir la fatiga mental y promover una sensación de calma. Esto se traduce en una mayor felicidad y bienestar para los niños.

2. Aumento de la concentración y la creatividad

La naturaleza tiene un poder único para revitalizar la mente. Al incorporar elementos naturales en el aula, como luz natural, plantas o materiales orgánicos, los estudiantes experimentan menos distracción y más enfoque. El diseño biofílico favorece una mejor concentración, lo que se traduce en un mayor rendimiento académico.

Además, el contacto con la naturaleza estimula la creatividad, ya que los niños tienen la oportunidad de explorar y conectar con un entorno dinámico que les inspira.

3. Fomento de la salud física

Los espacios educativos naturales no solo benefician el bienestar emocional, sino también la salud física. Al tener acceso a la luz natural y a un entorno más limpio y saludable, los niños experimentan una mayor vitalidad.

La ventilación natural, las plantas purificadoras de aire y el uso de materiales no tóxicos contribuyen a crear un ambiente que favorece el desarrollo físico y la energía de los estudiantes.

4. Mejora en la interacción social

El diseño biofílico también tiene un impacto positivo en las relaciones sociales dentro del colegio. Los espacios naturales fomentan la interacción y el trabajo en equipo, ya que son percibidos como lugares más relajantes y acogedores.

Las zonas comunes diseñadas con elementos naturales pueden promover una atmósfera de cooperación, donde los estudiantes se sienten más cómodos compartiendo ideas y trabajando juntos.

Estrategias para implementar el diseño biofílico en colegios

Incorporar luz natural y ventilación

El primer paso para implementar un diseño biofílico en un colegio es asegurarse de que haya una abundante luz natural en los espacios. Esto no solo mejora la visibilidad y el confort, sino que también tiene efectos beneficiosos en el estado de ánimo y la concentración.

Las ventanas grandes, las claraboyas o incluso los paneles solares pueden permitir que la luz fluya de manera natural. Además, es importante que el espacio educativo natural esté bien ventilado, lo que ayuda a mantener el aire fresco y libre de contaminantes.

Uso de materiales naturales

Otro aspecto fundamental del diseño biofílico es la elección de materiales naturales y arquitectura sostenible. Maderas, piedras, cerámicas y textiles orgánicos no solo crean un ambiente cálido y acogedor, sino que también son sostenibles y ecológicos.

El mobiliario biofílico es ideal para crear una atmósfera relajante y confortable, además de ser funcionales. Los muebles de madera reciclada o los paneles de bambú son opciones perfectas para aportar un toque de naturaleza al aula.

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Incluir vegetación y elementos naturales

Las plantas son uno de los pilares del diseño biofílico. Pueden ser colocadas en macetas, en jardines verticales o en espacios exteriores que los estudiantes puedan cuidar. Además de embellecer el espacio, las plantas purifican el aire y crean un ambiente más saludable.

En EmotionLAB, recomendamos la integración de vegetación en todo tipo de espacios educativos, desde aulas hasta pasillos y patios.

Crear vistas al exterior

Si es posible, es esencial crear vistas al exterior. Las ventanas que dan a jardines, parques o zonas verdes permiten que los estudiantes puedan conectar con la naturaleza mientras están en clase.

Las vistas al exterior también ofrecen un cambio de perspectiva, lo que puede ser muy beneficioso cuando los niños necesitan desconectar o relajarse.

Diseños biofílicos: Casos prácticos y ejemplos de EmotionLAB

Un ágora, un patio cubierto y una zona de exposiciones: creando espacios flexibles y polivalentes

Uno de nuestros proyectos más emocionantes fue el diseño de un espacio educativo multifuncional en un colegio, que incorporó elementos clave del diseño biofílico. Con la creación de un ágora (una plaza abierta) que conectaba diferentes zonas del colegio, se integraron espacios verdes que permitían a los estudiantes disfrutar de la naturaleza mientras aprendían.

Este proyecto también incluía un patio cubierto, ideal para el aprendizaje en días lluviosos, y una zona de exposiciones que se podía adaptar para diversas actividades. Gracias a su flexibilidad, este espacio se convirtió en un lugar de encuentro donde los niños podían relajarse, socializar y explorar su creatividad, todo en un entorno lleno de luz natural y elementos naturales.

El uso de materiales orgánicos, la integración de vegetación en el diseño y la amplia zona de vistas al exterior transformaron este espacio en un lugar dinámico y lleno de vida. Los niños disfrutaron de una experiencia educativa más inmersiva y estimulante, favoreciendo su bienestar emocional y su desarrollo cognitivo.

Un bosque para un patio sin árboles: reinventando el espacio exterior

En otro de nuestros proyectos, transformamos un patio sin árboles en un bosque urbano, creando un entorno natural en el que los estudiantes pudieran conectarse directamente con la naturaleza. Este patio, que originalmente carecía de vegetación, fue completamente renovado con la plantación de árboles, arbustos y plantas autóctonas que proporcionan sombra y frescura.

Además, se instalaron zonas de descanso con mobiliario biofílico, como bancos de madera reciclada, y se integraron caminos de piedra que invitaban a los niños a explorar el espacio.

El resultado fue un patio lleno de vida, donde los niños podían disfrutar de su tiempo libre rodeados de naturaleza. La presencia de los árboles y la vegetación no solo mejoró la calidad del aire, sino que también proporcionó un ambiente relajante, ideal para la reflexión o para realizar actividades al aire libre.

Este proyecto es un claro ejemplo de cómo se puede transformar un espacio exterior en un verdadero oasis natural, favoreciendo el bienestar de los estudiantes mientras fomentamos su creatividad y aprendizaje al aire libre.

EmotionLAB: La naturaleza, una gran aliada para las aulas educativas

El diseño biofílico no es solo una tendencia estética, es una forma poderosa de conectar a los niños con la naturaleza y con ellos mismos. Al integrar elementos naturales en los colegios, no solo creamos aulas más bellas, sino también entornos más saludables, estimulantes y beneficiosos para el aprendizaje.

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En EmotionLAB, creemos que el futuro de la educación pasa por diseñar espacios que favorezcan el bienestar emocional, social y físico de los estudiantes. ¡La naturaleza tiene un poder transformador, y en los colegios, debe ser vista como una aliada imprescindible!

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